Asociación Comunidad Esperanza | Solo dentro de la aulas se logrará despertar en los chicos un sueño esperanzador
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06 Jul Solo dentro de la aulas se logrará despertar en los chicos un sueño esperanzador

«…Debemos desarrollar la vida espiritual del hombre y luego organizar a la humanidad para la paz. El aspecto
positivo de la paz yace en la reestructuración de la sociedad humana sobre una base científica. La paz social y la
armonía solo pueden tener un cimiento: el hombre mismo.
La reconstrucción – es decir, la creación de un orden social estable y bien estructurado- ni siquiera se tiene en
cuenta cuando se considera a la sociedad desde el punto de vista práctico, porque esa visión es intrínsecamente
conservadora. Sin embargo, es evidente que los cambios repentinos y asombrosos que, a raíz de los
descubrimientos científicos, han tenido lugar en la organización del entorno material del hombre en los últimos
cincuenta años, generaron modificaciones tan sustanciales en las condiciones de vida que ahora resulta
absolutamente imperioso analizar con seriedad el lado humano de las cosas con la finalidad de ayudar a los
hombres a cambiar para bien. Esta es la tarea de la educación.
La educación de hoy todavía se encuentra restringida por los límites de un orden social que pertenece al pasado.
La educación de hoy no sólo se opone a los dictados de la ciencia sino que también contradice las necesidades
sociales de nuestro tiempo. La educación no se puede desestimar como si fuera un factor insignificante en la
vida de las personas, un medio para proporcionar a los jóvenes unas pocas nociones elementales de cultura. Se
la debe concebir, en primer lugar, desde la perspectiva del desarrollo de los valores humanos en el individuo, en
particular de los valores morales, y en segundo lugar, desde el punto de vista de la organización de los individuos
dotados de esos altos valores para que formen una sociedad con plena conciencia de su destino. Esta nueva
civilización debe estar acompañada por una nueva moralidad. El propósito del orden y la disciplina debe ser
lograr la armonía humana, y todo acto que obstruya el establecimiento de una auténtica comunidad de todos los
hombres se debe considerar inmoral y una amenaza a la vida social.»

-María Montessori.

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